Reprocha al Gobierno de su país su complacencia con la banda terrorista ETA, y el amparo a la dirección de la banda, al tiempo que recrimina al Gobierno de España no haber provocado una crisis diplomática para acabar con el refugio que ha encontrado ETA en Noruega.

REDACCIÓN VCT.- Un profesor emérito de la Universidad de Oslo, Finn Fuglestad, denunció este domingo en el diario El Mundo “el papelón que está haciendo el Gobierno noruego con la izquierda abertzale y con el terrorismo etarra”, según sus propias palabras. El profesor se escandalizó porque sus compatriotas se habían dejado “manipular como niños” por terroristas en una escenificación bendecida por la que fuera la Primera Ministra de Noruega, Gro Harlem Brundtland.

El profesor Fuglestad no da crédito a que el Ministerio de Educación de Noruega haya destinado más de un millón de euros a tres proyectos entre los que se encuentra uno sobre el derecho a decidir del pueblo vasco protagonizado por la izquierda abertzale, y a que su país haya dado cobertura a la dirección de ETA durante más de un año. El docente lamenta que el Gobierno español se haya mostrado impasible ante esta situación y reprocha al Ministro de Exteriores no haber provocado una crisis diplomática ante el amparo de terroristas.

La asociación Voces Contra el Terrorismo aplaude las declaraciones del profesor emérito de la Universidad de Oslo y le felicita por su valentía “que ha puesto en evidencia a los gobiernos de España y Noruega”. El presidente de esta organización, Francisco José Alcaraz, elogia “el ejemplo de este profesor para nuestra clase política, inmersa en continuas concesiones a la banda terrorista ETA y en el abandono a las víctimas del terrorismo, quienes somos humillados diariamente”.

Alcaraz insta al Gobierno de España a tomar ejemplo del profesor Finn Fuglestad y a convocar al embajador noruego para que revoque la partida de más de un millón de euros destinada a educar a los jóvenes noruegos en el discurso “de la banda asesina ETA” además de acabar con el refugio de ETA en su país, que considera “un insulto inaceptable a las víctimas del terrorismo y a todos los españoles”.