Reproducidos a continuación la carta de Mª Cruz de Miguel, que nos ha hecho llegar a través de la sección Cartas del lector. Recordamos que para participar, pueden enviar sus artículos pinchando aquí y los sábados y domingos publicaremos las más destacadas.

Hoy me he levantado con la sensación de que la vida me pasaba un poco más; he podido sentir cómo el aire encontraba más dificultad para llegar hasta los pulmones y cómo mis piernas parecían no querer empezar a andar. Hoy, un día cualquiera, de un mes cualquiera de este año que parece no acabar, he sentido sobre mí todo el llanto de tantas y tantas familias que, sin razón alguna, se vieron rotas por la sinrazón y el odio terrorista.

Sin embargo, me paro un momento y puedo darme cuenta de que la razón de su llanto no es sólo el dolor de la pérdida, hay algo más, algo que hace que no sea posible dejar de derramar lágrimas por esos ojos que ya apenas pueden abrirse. Es la injusticia, la ignorancia, el olvido de quienes nunca debieron permitirlo, es la cesión al chantaje lo que provoca ese dolor. Y cuando todos mis miembros parecen paralizados, llega hasta mí la fuerza y la voluntad de quien nunca se rinde, llega a mi corazón una dignidad que nunca antes conocí y que me hace salir del letargo.

Ya no es tiempo solo de llorar, es tiempo de proclamar a los cuatro vientos que hay gente decente que quiere la paz, pero para ello es preciso la memoria, la dignidad y la justicia. Hoy empiezo a andar, hoy recorro ese camino largo y duro que ya ha sido iniciado por esas personas ante las que no puedo nada mas que sentir admiración y un enorme respeto.

Así, la sangre empieza de nuevo a recorrer mi cuerpo y me pongo en movimiento; y mientras el agua me revitaliza, siento que en algún lugar, en este mundo o en el otro, hombres, mujeres y niños me sonríen porque saben que no están solos y que en medio de toda esta locura hay personas que les siguen recordando, y que, aunque nunca llegaran a conocerles, lucharán por la justicia que merecen. Y ¡por fin! soy capaz de sonreír…..

Mª Cruz de Miguel