Las informaciones publicadas acerca de la trama del caso “El chivatazo a ETA” del bar Faisán son de tal gravedad que requieren la inmediata explicación del responsable del Ministerio de Interior y su dimisión como responsable político de este hecho delictivo.

Las revelaciones de las actas de negociación con los asesinos de ETA sacan a la luz la detestable actuación de individuos que en su labor como Policía Nacional pudieron colaborar con los terroristas. Esta actuación no sería concebida como una iniciativa propia, mas bien respondería a órdenes políticas.

La dimisión del Ministro de Interior y la depuración de todas las responsabilidades de los implicados en el caso, no debe demorarse más, pues actuaciones como estas deslegitiman todas aquellas actividades que desde el Ministerio de Interior llevan acabo en reconocimiento de las víctimas del terrorismo.

Es una traición a todos los asesinados por ETA y al pueblo español por quienes cometiron el delito, pero también traicionan quienes están ocultando tan graves hechos, quienes no piden responsabilidades o quienes simplemente banalizan una de las actuaciones políticas, sino la más grave de cuantas se han cometido en democracia a favor de una organización terrorista.