BEGOÑA URROZ IBARROLA asesinada el 28 de junio de 1960 en san Sebastián

JOSE MARÍA PORTELL MANSO asesinado el 28 de junio del 1978 en Portugalete.

ELIO LÓPEZ CAMARON asesinado el 28 de junio de 1980 en Azcoitia

JULIO MUÑOZ GRAU asesinado el 28 de junio de 1980 en Azcoitia

JUSTINO QUINDOS LÓPEZ asesinado el 28 de junio de 1980 en Azcoitia

FRANCISCO MURIEL MUÑOZ asesinado el 28 de junio de 1986 en Zarauz.

IGNACIO URRUTIA BILBAO asesinado el 28 de junio de 1990 en San Sebastián.

MANUEL PÉREZ ORTEGA asesinado el 28 de junio de 1991 en Sevilla.

JESÚS SÁNCHEZ LOZANO asesinado el 28 de junio de 1991 en Sevilla.

DONATO CALZADO GARCÍA asesinado el 28 de junio de 1991 en Sevilla.

RAIMUNDO PÉREZ CRESPO. asesinado el 28 de junio de 1991 en Sevilla.

El 28 de junio de 1960 fallece en la clínica del Perpetuo Socorro la niña BEGOÑA URROZ IBARROLA a consecuencia de las graves quemaduras en las piernas, los brazos y la cara que le provocó la bomba incendiaria colocada en uno de los armarios de la consigna en la estación de Amara, en San Sebastián.En abril de 2012 el Consejo de Ministros aprobó conceder, a petición de su madre, la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a título póstumo a Begoña Urroz considerada por la Ley de Víctimas del terrorismo como la primera víctima de la banda terrorista.

 

A las nueve menos cuarto de la mañana del 28 de junio de 1978, la banda terrorista ETA asesinaba a tiros en Portugalete (Vizcaya) al periodista JOSÉ MARÍA PORTELL MANSO, Dos etarras le dispararon varios tiros de pistola a bocajarro cuando se disponía a arrancar su coche, aparcado frente a su casa de la calle Muelle de Churruca.

José María Portell Manso nació en Baracaldo en 1933, por lo que tenía 45 años cuando fue asesinado. Estaba casado con la también periodista Carmen Torres Ripa, que quedó viuda con 33 años. El matrimonio tenía cinco hijos: Gabriel, de 11 años, Míriam de 9, Verónica de 8, Susana, de 7 y Jesús, de 4. Carmen estaba esperando al sexto hijo y tenían planeado salir de vacaciones de verano el sábado siguiente al del asesinato.

A las 20:15 horas del sábado 28 de junio de 1980, cuatro miembros de los Comandos Autónomos Anticapitalistas asesinaban a tiros en Azcoitia (Guipúzcoa) al mecánico ELIO LÓPEZ CAMARON, al funcionario del Ayuntamiento JULIO MUÑOZ GRAU y al guardia civil retirado JUSTINO QUINDOS LÓPEZ, cuando se encontraban charlando en la calle Mayor de la localidad tras tomar unos chatos en el Bar Alejandro.En ese momento, un vehículo frenó bruscamente frente a ellos y cuatro terroristas abrieron fuego contra el grupo de amigos. Justino y Elio murieron en el acto, mientras que Julio Muñoz, herido gravemente por cuatro disparos, falleció mientras era trasladado a la residencia sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu de San Sebastián.

Elio López Camaron, de 60 años, estaba viudo desde unos meses antes de ser asesinado y tenía tres hijos. Trabajaba como mecánico en un taller de Azcoitia.

Julio Muñoz Grau, de 60 años, era natural de Valladolid. Estaba casado y tenía tres hijos. Contable de formación, trabajaba como funcionario en el Ayuntamiento de Azcoitia.

Justino Quindos López, de 60 años, estaba casado con Arcadia Izquierdo y tenía un hijo y una hija, esta última casada con el conocido pelotari Anduela III. Era natural de Ampudia (Palencia). La víctima había abandonado la Guardia Civil veinticuatro años antes de ser asesinado, y desde entonces trabajaba en la empresa Beltia.

El 28 de junio de 1986, la banda terrorista ETA asesinó en Zarauz (Guipúzcoa) al guardia civil FRANCISCO MURIEL MUÑOZ, e hirió a varias personas más, todas ellas miembros de las fuerzas de seguridad del Estado, salvo un civil. Hacia las 8:30 horas,en un dispositivo de rastreo por parte de los Grupos Antiterroristas Rurales (GAR), que se desplazaron por la misma carretera que une Orio con Zaráuz hasta el Alto de Meagas, ya en el término municipal de esta segunda localidad. En ese momento, una bomba de considerable potencia alcanzaba de lleno a la furgoneta Nissan en la que viajaban los siete guardias civiles. Francisco Muriel Muñoz falleció prácticamente en el acto y cinco de sus compañeros quedaron gravemente heridos, con los cuerpos doblados y atrapados entre el amasijo de chatarra en que quedó convertida la furgoneta blindada.

Francisco Muriel Muñoz, de 30 años, estaba soltero. Era natural de Archidona (Málaga). Ingresó en 1979 en la Guardia Civil, y fue el primer miembro de los GAR muerto en acto de servicio desde que se creó esta unidad de élite en 1982.

El 28 de junio de 1990 miembros de la banda terrorista ETA asestaron un tiro en la nuca al capitán del Ejército de Tierra retirado IGNACIO URRUTIA BILBAO. El atentado se produjo poco antes de las diez de la mañana en el barrio del Antiguo de San Sebastián y el militar murió en el acto. Urrutia acababa de abandonar su domicilio y fue abordado por dos terroristas en la confluencia de la calle Escolta Real y el paseo de los Mikeletes. Tras dispararle, los asesinos huyeron por el paseo de Pío Baroja.

Ignacio Urrutia Bilbao, de 74 años, estaba casado y tenía dos hijas. Nació el 31 de julio de 1915 en Bilbao e ingresó en el Ejército en 1938. La mayor parte de su carrera militar estuvo destinado en San Sebastián, en la Compañía de Ingenieros de Armamento y Construcción (CIAC) donde desempeñaba el cargo de especialista en construcción y electricidad.

A las 11:20 horas del jueves 28 de junio de 1991, un paquete-bomba enviado por la banda terrorista ETA causaba la muerte en la cárcel de Sevilla-1 a cuatro personas: el funcionario de prisiones MANUEL PÉREZ ORTEGA; los reclusos JESÚS SÁNCHEZ LOZANO DONATO CALZADO GARCÍA; y un familiar que había ido a visitar a otro interno en la prisión, RAIMUNDO PÉREZ CRESPO. La explosión, que destrozó varias salas del centro penitenciario, hirió a otras treinta personas, cuatro de las cuales fueron hospitalizadas en estado grave.

Donato Calzado García, de 27 años y natural de Gilena (Sevilla), estaba interno en la cárcel Sevilla-1 en régimen de tercer grado. Desde 1990 cumplía condena de dos años por un delito de lesiones y estaba a punto de obtener la libertad.

Raimundo Pérez Crespo, de 27 años y natural de Santander, esperaba para ver a su hermano preso en la cárcel de Sevilla-1. Estaba en el control de acceso para entrar al centro penitenciario cuando la onda expansiva del paquete-bomba le produjo graves heridas que le causaron la muerte pocas horas después en la UCI del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

Manuel Pérez Ortega, de 39 años y soltero, era natural de Olivares (Sevilla). Funcionario del Cuerpo de Prisiones desde 1986 y licenciado en Ciencias Económicas, anteriormente había ejercido como maestro. Llevaba tres años destinado en el servicio de paquetería de la prisión.

Jesús Sánchez Lozano, de 37 años y natural de Sevilla, estaba interno en la prisión de Sevilla-1, clasificado en tercer grado. Igual que Donato Calzado, ayudaba en la sección de paquetería del centro penitenciario. Su cuerpo quedó sepultado bajo los escombros y su cadáver no fue encontrado por los bomberos hasta después de las 15:00 horas. Jesús era taxista, estaba casado y tenía dos hijos de 14 y 5 años