Voces Contra el Terrorismo denuncia la traición a España del Gobierno de Rodríguez Zapatero permitiendo la continuidad de ETA en las instituciones.

De nuevo el tiempo vuelve a darnos la razón a quienes llevamos años denunciando que existe una negociación y donde parte de las cesiones pactadas con ETA es permitir su continuidad en las instituciones.

La decisión del TC, consintiendo que la marca de ETA BILDU se pueda presentar a los próximos comicios municipales, no es más que una nueva muestra de la utilización política de los tribunales, es decir, lo que anunciábamos que iba a ocurrir al ser una decisión condicionada por las posiciones que configuran este tribunal en la que los partidos políticos deciden la composición del mismo.

Esta nueva pantomima orquestada por el Gobierno para volver a engañar a los españoles, de una forma muy parecida a la de hace cuatro años, utilizando de forma torticera las herramientas que nos proporciona el Estado de Derecho para que ETA siga en los ayuntamientos.

De nada ha servido la encomiable labor de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para demostrar, como ha dicho el Tribunal Supremo, que BILDU es ETA ya que el Gobierno se ha valido de un tribunal que no tiene ninguna independencia para consumar su pacto con ETA.

No puede quedar ninguna duda llegado a este punto de la existencia de la negociación con ETA, negarla es ser cómplice por omisión o acción con el proyecto político de este Gobierno en materia antiterrorista.

Durante meses el Gobierno ha intentado engañar con resultados en beneficio del mismo, argumentando modificaciones en leyes que impedirían la continuidad de ETA mientras dirigentes socialistas esperaban con esperanzas que el brazo político de ETA pudiera seguir en las instituciones.

VCT no va a contemplar como se sigue traicionando a vivos y muertos sin dar la batalla para denunciar y tratar de evitar todas y cada unas de las cesiones que ETA está consiguiendo, por ello llamamos a la ciudadanía a la REBELIÓN CÍVICA.

NO MÁS MENTIRAS, NO MÁS TREGUAS TRAMPAS, EN MI NOMBRE ¡NO!