VALENTÍN GODOY CEREZO asesinado el 26 de junio de 1977 en Vitoria.

ANTONIO MURILLO CHACÓN asesinado el 26 de junio de 1981 en Hernani.

ESTANISLAO GALÍNDEZ LLANO asesinado el 26 de junio de 1985 en Amurrio

El 26 de junio de 1977 es asesinado en La Puebla de Arganzón (Burgos) el policía VALENTÍN GODOY CEREZO. El agente llevaba seis meses destinado en Vitoria. Anteriormente estuvo destinado en Miranda de Ebro, formando parte de una de las compañías de Reserva de la Policía que se enviaban al País Vasco para reforzar las plantillas ordinarias.

Valentín fue asesinado de tres disparos en un crimen sin testigos. Su cuerpo se encontró en la localidad de La Puebla de Arganzón, en el límite entre Álava y Burgos.

Valentín Godoy Cerezo era natural de Santa Amalia (Badajoz), donde fue enterrado.  Tenía 27 años y estaba soltero.

En torno a las cuatro y media de la madrugada del 26 de junio de 1981 los Comandos Autónomos Anticapitalistas asesinaban a tiros al joven ANTONIO MURILLO CHACÓN en el barrio de La Florida de Hernani (Guipúzcoa) cuando regresaba a su domicilio.

Antonio había pasado la noche en compañía de su cuadrilla, celebrando las fiestas patronales de la localidad de Hernani. Hacia las cuatro y media se despidió de un amigo cuando se encontraba a escasa distancia de su domicilio y continuó caminando hacia el mismo. En ese momento fue sorprendido por un terrorista que le disparó en la cabeza y lo remató con varios disparos más cuando estaba ya tendido en el suelo,

Antonio Murillo Chacón había nacido en Puebla de la Reina (Badajoz) y desde allí emigró al País Vasco con su familia. Tenía 25 años y estaba soltero.

El 26 de junio de 1985 es asesinado, a primera hora de la mañana, el cartero de la localidad alavesa de Amurrio, ESTANISLAO GALÍNDEZ LLANO, cuando se dirigía en su bicicleta a la oficina local de Correos, donde trabajaba.

El cartero, montado en su bicicleta y vestido de uniforme, fue abordado a la altura de un colegio, junto a una fábrica de muebles, por los ocupantes de un vehículo robado por los terroristas. Desde el interior del maletero, el propietario del coche llegó a oír los gritos de Estanislao, que tuvo tiempo de pedir auxilio hasta por tres veces al ver como descendían del vehículo dos hombres y una mujer arma en mano. Los etarras le dispararon dos veces en la cabeza y una en el corazón. El cuerpo de Estanislao quedó tendido en el suelo, junto a la bicicleta y la saca de cuero.

Estanislao Galíndez Llano tenía 63 años, estaba casado y tenía  ocho hijos (siete chicas y un chico), con edades comprendidas entre los 28 y los 11 años, seis de los cuales seguían todavía en el domicilio familiar.