JOAQUÍN GORJÓN GONZÁLEZ asesinado el 10 de julio de 1981 en Basauri.

LUIS ORTIZ DE LA ROSA asesinado el 10 de julio de 2001 en Madrid.

A las 7:20 horas del viernes 10 de julio de 1981, ETA asesinaba a tiros en Basauri (Vizcaya) al guardia civil retirado JOAQUÍN GORJÓN GONZÁLEZ mientras esperaba el tren en el andén de la estación de ferrocarril para trasladarse a Bilbao, donde trabajaba como empleado en una agencia de aduanas.

En ese momento había un centenar de personas en el andén, la mayoría trabajadores que esperaban la llegada del tren que cubre la línea Orduña-Bilbao. Un individuo, sin mediar palabra, sacó una pistola y efectuó dos disparos que alcanzaron a Joaquín en la espalda y en el cuello. La víctima cayó mortalmente herida en el andén mientras el pistolero y dos acompañantes emprendían la huida a pie y se montaban en un coche que esperaba fuera de la estación.

Joaquín Gorjón González, de 59 años de edad, se había retirado de la Guardia Civil en 1972, pasando a trabajar desde entonces en una agencia de aduanas bilbaína. Natural de Vilvestre (Salamanca), estaba casado y tenía seis hijos de edades comprendidas entre los 37 y los 22 años. El mayor de sus hijos, José Gorjón Recio, era militante de CCOO, y otro iba a recibir dos días después, el 12 de julio, su despacho de alférez en la Academia General Militar de Zaragoza.

Veinte años después, el domingo 10 de julio de 2001, la banda terrorista ETA colocaba en el madrileño barrio de Aluche un coche-bomba. Posteriormente, minutos antes de las 20:00 horas, los etarras avisaron de la colocación del mismo mediante llamada telefónica al servicio de urgencia 091 de la Policía Nacional, a la Policía Municipal y a los Bomberos. Se procedió a acordonar la zona y a evacuar parcialmente los edificios colindantes a la calle Ocaña, donde los terroristas habían aparcado el coche cargado de explosivos. Sin embargo, cuarenta y cinco minutos después de recibirse la llamada, el coche-bomba explotó activado por un temporizador, alcanzando de lleno al policía nacional LUIS ORTIZ DE LA ROSA que participaba en el desalojo de la zona y revisaba matrículas intentando localizar el vehículo sospechoso. El agente falleció en el acto al recibir todo el impacto de la onda expansiva.

Luis Ortiz de la Rosa tenía 33 años. Ese día estaba fuera de servicio, pero se ofreció a ayudar a sus compañeros organizando el perímetro de seguridad. Natural de San Martín de Valdeiglesias (Madrid), donde residía y donde fue enterrado, estaba casado y era padre de una niña de año y medio.