Hoy día 11 de diciembre es el memorial del asesinato de mi hermano Ángel con tan sólo 17 años y de mis sobrinas gemelas Esther y Miriam de poco más de 3 años. Meses después , mi padre, sumido en la tristeza más absoluta empieza a padecer un doloroso cáncer que acaba con su vida.
Muchos de los que me leen tienen hijos, padres o hermanos, algunos han tenido la triste experiencia de perderlos por una enfermedad, por un accidente, un acto violencia, por ley de vida, etc. y esas experiencias les hacen entender del dolor que les hablo, eso es EMPATÍA.
La empatía es: Participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, generalmente en los sentimientos de otra persona.Esa es la diferencia que sufrimos las víctimas de ETA.
Mientras que con la mayoría de las muertes todos los españoles mostramos empatía con el sufrimiento ajeno al margen de ideologías políticas, sexo, raza, etc., con las víctimas se ETA hay una gran parte de la sociedad española que no muestran ninguna empatía.
Este artículo no terminaba aquí, lo he cortado en más de la mitad porque hablando hoy con mi madre me decía que no había pegado ojo en toda la noche, que se le venía la imagen de mi hermano y otras cosas más, muy duras escuchar desde el dolor y sufrimiento de una madre que pierde a su hijo y sus nietas y en poco más a mi padre. Luego mi hermana me ha mandado fotos de mi sobrinas que por primera vez he visto en 28 años.
Después de esto no me quedan ganas de tener que explicar y argumentar la empatía que sentimos y la que dejamos de sentir para concienciar a las personas que me vayan a leer.Me quedo con el cariño de mi familia y de las personas que nos mostráis cada día de corazón que mostráis empatía por lo que hemos pasado. Las denuncias políticas de quienes apoyan o justifican a ETA de una forma u otra, las dejo para otro momento.