Su presidente, Francisco José Alcaraz, considera que la política antiterrorista del Ejecutivo de Mariano Rajoy es una continuación de la política llevada a cabo por el Gobierno de Zapatero y rechaza acudir a un homenaje donde estará presente el brazo político de ETA.

REDACCIÓN VCT.- Por SEXTO año consecutivo, la asociación Voces Contra el Terrorismo rechaza su asistencia al homenaje oficial a las víctimas del terrorismo que celebra cada año el Congreso de los Diputados con la presencia de todos los grupos parlamentarios con representación en la Cámara Baja.

En esta ocasión, Voces Contra el Terrorismo señala que hay más motivos que nunca para no acudir al homenaje que celebra el Congreso de los Diputados “por el gran retroceso que ha sufrido la lucha contra el terrorismo en España con el actual Gobierno de Mariano Rajoy”. Según VCT, los ‘terroristas de escaño’ no sólo se encuentran en las instituciones, sino que además, “ETA está más fortalecida que nunca”.

El presidente de este colectivo, Francisco José Alcaraz, señala que Soraya Sáenz de Santamaría, responsable del CNI, organismo conocedor de todos los movimientos de etarras fugados como Josu Ternera o De Juana Chaos, “se ha mostrado totalmente impasible ante las continuas informaciones que apuntaban al paradero de sendos terroristas fugados de la justicia española”.

La «Vía Nanclares» creada por Zapatero e impulsada por Rajoy es una vía de amnistía encubierta que facilita la salida de decenas de etarras en estos años del Gobierno de Rajoy.

También desde VCT se recuerda que este Parlamento mantiene vigente la Resolución Parlamentaria para negociar con ETA, sin que Rajoy haya cumplido su compromiso de derogarla.

 

Alcaraz se muestra indignado con el Gobierno por el avance de los acercamientos y excarcelaciones de los presos de ETA como es el caso de Bolinaga, “uno de los más bochornosos de nuestra historia”, según Alcaraz, quien lamenta que haya habido terroristas que, jugando con una supuesta enfermedad terminal, “se hayan reído de las víctimas del terrorismo y de todos los españoles”.

 

La pasividad del Gobierno ante la presencia del brazo político de ETA en las instituciones y su nula intención de expulsar a los denominados ‘terroristas de escaño’ del Parlamento, provoca gran indignación entre las víctimas del terrorismo. “Ante esta situación, rechazamos de facto acudir a este acto de hipocresía que pretende lavar la imagen del Gobierno”.