GERARDO GARCÍA PÉREZ fallecido el 29 de Septiembre de 1974 a consecuencia de las heridas del atentado perpetrado en Madrid el 13 de Septiembre de 1974

DIEGO DEL RIO MARTIN , asesinado por el GRAPO el 29 de Septiembre de 1975

JOSÉ IGNACIO USTARÁN RAMÍREZ asesinado el 29 de septiembre de 1980 en Vitoria.

PEDRO GABARRI GABARRI, asesinado por los GRAPO el 29 de Septiembre de 1.980

JUAN PEDRO GONZÁLEZ MANZANO asesinado el 29 de septiembre de 1989 en Irún.

JOSÉ LUIS LUENGOS MARTÍNEZ asesinado el 29 de septiembre de 1992 en Rentería.

El 29 de septiembre de 1974 falleció en la Ciudad Sanitaria provincial Francisco Franco GERARDO GARCÍA PÉREZ a consecuencia de las gravísimas heridas sufridas por la explosión de una bomba que la banda terrorista ETA había colocado en los aseos de la cafetería Rolando de la calle del Correo de Madrid el 13 de septiembre. Pasaba así a convertirse en la víctima número doce del atentado. Casi dos años y medio después, el 11 de enero de 1977, fallecería el inspector Félix Ayuso Pinel, el único policía víctima de la masacre.

Gerardo García había sufrido diversas lesiones internas y en la cara, además de la amputación de una pierna. Tras colocarle un riñón artificial respondió en un primer momento al tratamiento, pero poco a poco su situación se fue agravando, falleciendo a las 10:45 horas del 29 de septiembre. Fue enterrado en el madrileño cementerio de Carabanchel el lunes 30 de septiembre.

Gerardo García Pérez estaba casado y tenía tres hijos. Trabajaba como camarero en la cafetería Rolando y fue uno de los tres empleados del establecimiento que perdió la vida en el atentado.

A las 08.45 del 29 de septiembre de 1975 cinco miembros de un comando terrorista asesinaron al policía Diego del Río Martín durante un atraco perpetrado en la pagaduría de la Residencia Sanitaria Valle de Hebrón de Barcelona. Los atracadores se mezclaron entre el personal que hacía cola para el cobro. Abrieron fuego con pistolas y metralletas contra Diego del Río Martín y su compañero de trabajo, que se encontraban allí de vigilancia. Los asaltantes robaron el dinero de los pagos y huyeron. Diego del Río Martín falleció como consecuencia de las heridas sufridas y su compañero Enrique Camacho Jiménez consiguió sobrevivir.

La mayoría de las fuentes apuntan a que la autoría del atentado es de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), pero otras a que fue FRAP o EPOCA.

Diego del Río Martín  era soltero  y no tenia hijjos.

La noche del 29 de septiembre de 1980 la banda terrorista ETA secuestraba y asesinaba de dos tiros a JOSÉ IGNACIO USTARÁN RAMÍREZ, militante y miembro de la ejecutiva de Unión de Centro Democrático (UCD), y casado con Rosario Muela, concejala del mismo partido en el Ayuntamiento de Vitoria. Su cadáver apareció hacia las 22:30 horas en el asiento de su vehículo apenas hora y media después de que hubiese sido sacado por la fuerza de su domicilio.

Ese día el matrimonio estaba realizando los preparativos del cumpleaños de su hija Mariola, de 7 años, para la celebración que le harían al día siguiente. Por ello no les resultó extraño que a las nueve de la noche alguien llamara a la puerta del domicilio familiar en la avenida de Gasteiz para traer un paquete. Al abrirla, cuatro terroristas, armados con pistolas, irrumpieron en la casa y obligaron a José Ignacio a tumbarse en el suelo. A Rosario y a sus cuatro hijos los condujeron a otra habitación y les advirtieron de que no avisaran a la Policía hasta las doce de la noche. La esposa preguntó qué le iban a hacer a su marido, a lo que uno de los asesinos contestó que tenían que hablar y que luego decidirían. Unos diez minutos después, Rosario salió de la habitación y comprobó que los terroristas se habían ido, llevándose a su marido, y que habían cortado el teléfono.

Hora y media más tarde unos vecinos que querían entrar en el garaje de su domicilio, situado bajo la sede de UCD, se encontraron en el acceso el vehículo de José Ignacio obstruyendo el paso al aparcamiento. Cuando fueron a moverlo descubrieron el cuerpo sin vida de la víctima, en el asiento trasero y con dos disparos de bala: uno en la cabeza y otro en la espalda. No obstante, la Policía no encontró casquillos de bala dentro del vehículo, por lo que lo más probable es que José Ignacio fuese asesinado en un lugar distinto del coche en el que apareció su cadáver, muy probablemente en alguna zona desierta del extrarradio de Vitoria.

José Ignacio Ustarán Ramírez, de 51 años, era perito industrial y había dedicado su vida profesional a temas relacionados con la industria del automóvil. Estaba casado con Rosario Muela y tenían cuatro hijos.

La madrugada del 29 de septiembre de 1982, los Grupos Revolucionarios Antifacistas Primero de Octubre (GRAPO) perpetraron una cadena de ataques terroristas en numerosas ciudades de España. Entre la una y las cinco de la madrugada, una veintena de artefactos explosivos de escasa potencia estallaron en localidades como Barcelona, Mataró, Valencia, Sevilla, Córdoba, Vigo y Oviedo, una lista que no se amplió gracias a los trabajos de los artificieros, que desactivaron artefactos en ciudades como Madrid. La mayoría estaban colocados en oficinas de la Administración y en empresas hidroeléctricas, y provocaron escasos daños materiales.

Sin embargo, uno de esos artefactos hirió de muerte a Pedro Gabarri Gabarri, de sesenta años. En el momento de la explosión, la víctima se encontraba junto a una estación transformadora de Hidroeléctrica Española, en la carretera que unía Castellón con el municipio de Almanzora. La onda expansiva le afectó especialmente a la zona abdominal y dejó su cuerpo irreconocible. La prensa local publicó que Pedro Gabarri era chatarrero y que acudía con frecuencia al solar donde tuvo lugar el atentado con la intención de buscar material para revenderlo.

Minutos antes de las siete de la tarde del día 29 de septiembre de 1989 la banda terrorista ETA asesinaba en Irún (Guipúzcoa) al policía nacional JUAN PEDRO GONZÁLEZ MANZANO mediante una bomba colocada debajo del asiento del conductor de su coche particular. La bomba había hecho explosión cuando el funcionario policial entraba con su coche en el cuartel del Cuerpo Nacional de Policía de Irún, junto al antiguo hospital asilo en la parte vieja de la ciudad, y se disponía a aparcar el vehículo en el patio del acuartelamiento. Juan Pedro falleció en el acto.

El artefacto explosivo había sido colocado en los bajos del coche del agente dos días antes en Basauri. Así lo reconocía la banda asesina en el comunicado de reivindicación del atentado publicado por el diario Egin el 17 de octubre. Sin embargo, el dispositivo de iniciación falló, por lo que Juan Pedro llevó durante cuarenta y ocho horas la bomba sin percatarse de ello. Los turnos que realizaba el agente le habían permitido que el día anterior a su muerte se encontrase en Basauri, lugar en el que, según todos los indicios, fue colocado el artefacto. El vehículo fue conducido por el policía por las calles de Bilbao y, el día de su asesinato, por la autopista Bilbao-Behobia, donde recorrió muchos kilómetros, y por diversas zonas de Irún. Finalmente, la bomba se activó de forma espontánea cuando entraba en el cuartel de la ciudad fronteriza.

 

Juan Pedro González Manzano, de 34 años, había nacido en Molina de Segura (Murcia) y residía en Basauri, donde estaba adscrito al Servicio de Radiopatrullas. Sin embargo, había sido destinado temporalmente al Grupo Local de Fronteras de Irún por necesidades del servicio. . Juan Pedro González estaba casado con Isabel Regaliza y tenía una hija de corta edad.

Hacia las 20:30 horas del 29 de septiembre de 1992 la banda terrorista ETA asesinaba a tiros en la estación de tren de Rentería al joven JOSÉ LUIS LUENGOS MARTÍNEZ, empleado de una subcontrata de Telefónica. José Luis se encontraba dentro de su vehículo aparcado en doble fila cuando dos asesinos de la banda se acercaron por detrás y uno de ellos le disparó un único tiro en la nuca.

Pese a que la herida era mortal de necesidad, la víctima logró salir del vehículo y caminar unos cinco metros hasta caer desplomado en el suelo. Antes de caer con la cabeza completamente destrozada llegó a preguntarse «¿por qué me han hecho esto a mí?» según relató un familiar. José Luis falleció poco después en el Hospital General de Guipúzcoa a donde había sido trasladado urgentemente. El asesino y su acompañante huyeron a la carrera hasta un coche donde les esperaba un tercer terrorista. De ahí emprendieron la huida en dirección a Lezo.

 

José Luis Luengos Martínez, de 31 años, era natural de León, aunque llevaba cuatro años residiendo en Guipúzcoa. José Luis trabajaba junto a su hermano Javier y un grupo de jóvenes leoneses en la empresa Elitel, subcontratada por Telefónica.