JESUS MIGUEL HADDAD BLANCO,  asesinado en Madrid  por los GRAPO el 22 de Marzo de 1.978

 

ALFONSO MASIDE BOUZO asesinado el 22 de marzo de 1982 en Sestao.

AGUSTÍN MARTÍNEZ PÉREZ asesinado el 22 de marzo de 1982 en Sestao.

CRISTINA MÓNICA ILLARMENDI RICCI asesinada el 22 de marzo de 1982 en Sestao.

El Director General de Instituciones Penitenciarias, Jesús Miguel Haddad Blanco fue tiroteado en las inmediaciones de su domicilio mientras esperaba a su vehículo oficial para ir, como todas las mañanas, a su trabajo. Cuando el coche apareció, tres terroristas pertenecientes a los GRAPO y armados con pistolas y metralletas empujaron al conductor y dispararon a Jesús Miguel Haddad, matándolo en el acto. Al día siguiente se celebró su funeral en la iglesia parroquial de Villalba de Adaja. Al finalizar la ceremonia, la viuda se dirigió al ministro de Justicia, Landelino Lavilla, y le dijo: “Cuídate, mira lo que le ha pasado a Jesús”.

Poco después de las tres de la tarde del lunes 22 de marzo de 1982, dos inspectores de Policía y la novia de uno de ellos, argentina, resultaron muertos en un atentado perpetrado por ETA en la localidad vizcaína de Sestao. Otros dos policías quedaron gravemente heridos.

Los cuatro inspectores, y la mujer que les acompañaba, fueron salvajemente ametrallados por cuatro pistoleros que irrumpieron, con la cara descubierta, en el restaurante donde los cinco se encontraban a punto de finalizar el almuerzo. Los fallecidos fueron ALFONSO MASIDE BOUZOAGUSTÍN MARTÍNEZ PÉREZ y CRISTINA MÓNICA ILLARMENDI RICCI (novia de Agustín y empleada en el local donde estaban comiendo).

El atentado se produjo en el restaurante Rancho Chileno, situado en un bloque de viviendas construido a la salida de Sestao en dirección a Portugalete. Desde hacía algún tiempo, los cuatro policías tenían por costumbre comer en el mismo restaurante, si bien no parecían ser muy conocidos en el barrio. Al comedor, una pieza rectangular de unos dieciséis metros cuadrados con una decena de mesas, se accede desde una puerta situada en un extremo de la barra del bar. Los terroristas irrumpieron por dicha puerta, armados con varias metralletas y, al menos, una pistola. Sin mediar palabra, efectuaron no menos de un centenar de disparos en ráfaga, directamente dirigidos contra la mesa situada en el extremo diagonalmente opuesto a la puerta. En el momento de producirse el atentado, además de los policías, había en el establecimiento media docena de personas que jugaban a las cartas y muchos clientes en la barra del bar.

Alfonso Maside Bouzo tenía 26 años y estaba soltero. Sus restos mortales fueron trasladados a Baños de Molías (Orense), donde había nacido.

Agustín Martínez Pérez tenía 27 años. Sus restos fueron trasladados a La Bañeza (León), de donde era natural. Estaba destinado en la comisaría de Sestao desde cuatro años antes del atentado.

Cristina Mónica Illarmendi Ricci era natural de Buenos Aires (Argentina). También tenía 27 años y vivía en Santurce. Era profesora de inglés y además trabajaba en el bar-restaurante Rancho Chileno del que eran dueños unos parientes suyos.