MELITÓN MANZANAS GONZÁLEZ asesinado el 2 de agosto de 1964 en Irún

CASIMIRO SÁNCHEZ GARCÍA asesinado el 2 de agosto de 1975 en Madrid

 

DIONISIO REY AMEZ  fallecido  el 2 de agosto de 1979 , a consecuencia de las heridas del atentado del dia 28 de Julio de 1979 en Madrid

MARIO GONZÁLEZ BLASCO asesinado el 2 de agosto  de 1980 en Éibar.

El 2 de agosto de 1968 la banda terrorista ETA asesinaba en Irún (Guipúzcoa) al inspector jefe de Policía MELITÓN MANZANAS GONZÁLEZ. Ese día, Melitón se trasladó en autobús desde la comisaría de San Sebastián a su domicilio en Irún. Al llegar a Villa Arana, abrió la puerta y subió la escalera. Su mujer le oyó y abrió la puerta. Le dijo «vienes mojado»… y en ese momento sonó un disparo que alcanzó a Manzanas por la espalda. La mujer vio al asesino, un individuo joven, de estatura media, bigote y largas patillas. Incluso llegó a forcejear con él. El asesino realizó varios disparos más, aunque no llegó a herir a la mujer del policía. También fue testigo la hija de Melitón, que se asomó a la puerta del domicilio al oír el primer disparo. Su madre la empujó al interior de la casa y ella se acercó a una ventana, pidiendo ayuda a gritos.

Melitón Manzanas falleció casi en el acto. Había recibido tres tiros en la cabeza, uno en la mano y otro en la muñeca. ETA reivindicó el atentado en una octavilla que difundió en agosto de 1968, donde se podía leer «Melitón Manzanas, ejecutado».

Melitón Manzanas González, de 59 años de edad, nació en junio de 1909 en San Sebastián. En esta ciudad estudió Peritaje mercantil y, en su juventud, formó parte de un grupo teatral. Al mes de iniciarse la Guerra Civil, fue detenido y encarcelado en el fuerte de Guadalupe, donde permaneció hasta ser liberado por las tropas que se alzaron contra la República. Al terminar la guerra, entró en el Cuerpo General de Policía como inspector en 1941. Estuvo destinado en Irún y, de aquí, pasó a San Sebastián como jefe de la Brigada Social.  Estaba casado y tenía una hija.

Eran las 23.30 cuando la pareja de la Guardia Civil formada por los agentes Casimiro Sánchez García  e Ignacio Cabezón Sánchez había concluido su turno de vigilancia en el canódromo y caminaba por la calle Juan José Bautista, en el barrio de Carabanchel. A la altura del número 8, tres jóvenes de unos 19 años abrieron fuego contra los agentes. Casimiro Sánchez recibió al menos ocho tiros, uno de ellos en la boca, y falleció tras recorrer unos metros para refugiarse en un portal. Su compañero, que logró parapetarse tras un vehículo, resultó herido en el hombro y en el tórax, aunque logró llegar a pie al Hospital Gómez Ulla.

Casimiro Sánchez había nacido en el municipio de Herreros de Suso (Ávila). Estaba casado y era padre de cuatro hijos. La Guardia Civil considera su asesinato como el primer atentado de los GRAPO.

 

El 2 de agosto de 1979 falleció en la residencia Francisco Franco DIONISIO REY AMEZ, cuatro días después de que estallase en Atocha la tercera bomba de una cadena de atentados indiscriminados de la banda terrorista ETA en el aeropuerto de Barajas y las estaciones de tren de Chamartín y Atocha. La bomba de esta última estación alcanzó de lleno a tres miembros de una misma familia: Guadalupe Redondo Vian, que falleció en el acto, su marido Dionisio Rey, que lo haría cuatro días después, y la hija de ambos, Carmen Rey Redondo, que consiguió sobrevivir pese a la gravedad de sus heridas.

Dionisio Rey Amez era policía nacional retirado. Natural de León, tras su fallecimiento fue trasladado a su tierra natal, donde fue enterrado.

El 2 de agosto de 1980 la banda terrorista ETA secuestraba y asesinaba en Éibar (Guipúzcoa) a MARIO GONZÁLEZ BLASCO, trabajador de la empresa Agruminsa en Vizcaya.

El secuestro de Mario González se produjo poco después de las seis de la mañana. Tras finalizar su turno de trabajo como soldador en el pozo minero Bodovile perteneciente a Agruminsa, la víctima se dirigió a su domicilio en la localidad minera de San Salvador del Valle a bordo de un Land Rover de su propiedad acompañado por otro trabajador de la misma empresa. El vehículo fue interceptado por varios terroristas encapuchados que, tras dejar atado al vehículo al acompañante en un monte cercano, secuestraron a Mario y huyeron a bordo de otro automóvil.

Un vecino del barrio de Aguinaga de Éibar descubrió el cuerpo sin vida de Mario y dió aviso a la Policía Municipal hacia las 13:00 horas, siete después del secuestro. El cuerpo de Mario, presentaba ocho impactos de bala: uno en la cabeza, con orificio de entrada a la altura del pómulo derecho, y el resto en el tórax, cerca del corazón, todos ellos mortales de necesidad.

Mario González Blasco, tenía 51 años y, desde veinticinco años antes, trabajaba como soldador en la empresa Agruminsa de la localidad vizcaína de Gallarta. Era natural del enclave minero de La Arboleda, barrio de San Salvador del Valle, en la margen izquierda vizcaína. Afiliado a Comisiones Obreras desde 1979, estaba casado y tenía dos hijos.