JOSÉ ÁNGEL ÁLVAREZ SUÁREZ asesinado el 6 de octubre de 1989 en San Sebastián.

CARLOS ARBERAS ARROYO asesinado el 6 de octubre de 1990 en Plencia.

A las dos y diez de la tarde del 6 de octubre de 1989, el asesino de la banda terrorista ETA Francisco Javier Balerdi Ibarguren, empleado del grupo municipal de Herri Batasuna en el Ayuntamiento, asesinaba en San Sebastián, de un disparo en la nuca, al policía nacional JOSÉ ÁNGEL ÁLVAREZ SUÁREZ mientras paseaba por el Casco Viejo de la ciudad, cerca del céntrico mercado donostiarra de la Brecha.

José Ángel disfrutaba de un día de permiso, por lo que paseaba tranquilamente, vestido de paisano y desarmado, cuando el pistolero de ETA se le acercó por la espalda y le pegó un único tiro en la cabeza. El etarra huyó en un coche aparcado cerca del lugar del atentado, donde le esperaban otros miembros de la banda, mientras el policía caía de bruces sobre la acera. La bala, mortal de necesidad, le atravesó la cabeza, siguiendo una trayectoria desde el maxilar derecho hasta la boca. El cuerpo de José Ángel Álvarez permaneció cubierto con una sábana hasta que el juez ordenó su levantamiento.

José Ángel Álvarez Suárez, de 31 años, estaba casado y era padre de una niña de 5 años. Pertenecía desde hacía tiempo al servicio de escoltas de personas amenazadas por ETA, aunque últimamente no tenía asignado un servicio específico. Tiempo atrás había escoltado al diputado guipuzcoano del PSE-PSOE Ángel García Ronda.

Un año después, el 6 de octubre de 1990, la banda terrorista ETA asesinaba en un bar de Plencia (Vizcaya) al empresario CARLOS ARBERAS ARROYO, que regentaba el restaurante Batela en esa localidad. El atentado terrorista se cometía horas después de que miles de personas convocadas por Herri Batasuna (HB) pidiesen en Bilbao la negociación entre ETA y el Gobierno como el camino para conseguir la paz en el País Vasco.

Carlos Arberas fue asesinado a las 22:45 horas mientras tomaba una consumición en la barra del Bar Zabala, próximo a la estación de ferrocarril de Plencia. Dos terroristas a cara descubierta irrumpieron en el interior del establecimiento y, sin mediar palabra, se dirigieron hacia Carlos y efectuaron varios disparos, de los que cuatro alcanzaron a la víctima –dos en la cabeza, uno en el costado izquierdo y otro en el brazo izquierdo–. Su cuerpo sin vida quedó tendido en el suelo en medio de un gran charco de sangre.

 

Carlos Arberas Arroyo, de 43 años de edad, que regentaba el restaurante Batela en Plencia, era vecino de Erandio (Vizcaya). Estaba casado y era padre de tres hijos.