
JOSÉ BENITO SÁNCHEZ SÁNCHEZ asesinado el 20 de noviembre de 1978 en Basauri.

BENJAMÍN SANCHO LEGIDO asesinado el 20 de noviembre de 1978 en Basauri.

RICARDO LOPZ CASTIÑEIRA , asesinado por los GRAPO el 20 de Noviembre de 1980 en La Coruña
Minutos antes de las once de la mañana del 20 de noviembre de 1978, la banda terrorista ETA ametrallaba a treinta y tres policías que jugaban al fútbol en el campo de deportes del cuartel de Basauri. El ataque, efectuado desde la autopista Bilbao-Behovia, provocó la muerte del cabo de la Policía Armada JOSÉ BENITO SÁNCHEZ SÁNCHEZ y el guardia primero BENJAMÍN SANCHO LEGIDO, además de heridas de diferente consideración a un joven que se encontraba en una parada de autobús fuera del cuartel y a otros dieciséis agentes: Leocadio Arenas Galicia, Isaac Javier Bacarizo Bueno, Eusebio Calvo Pujol, Eduardo Castaño Justel, Fernando Cortés Legaz, José Manuel Erguita Moreno, José Falcón Quintero, Fernando Ferrer Conejero, Luis Jodra Benito, Francisco Laplaza Cortes, Ángel Moreno Cantisano, Esteban Rodríguez Saldaña, José Ruiz Álvarez, José Luis Sanz Barco, Juan José Tomás Marteles y Antonio Vaguena Gracia.



José Benito Sánchez Sánchez tenía 30 años y era natural de Morille (Salamanca). Estaba soltero aunque tenía planeado casarse en fechas próximas. Había ingresado en el cuerpo de Policía cuatro años antes, en abril de 1974, y meses antes de ser asesinado había sido ascendido a cabo. Pertenecía a la guarnición de Basauri.
Benjamín Sancho Legido era natural de Monreal de Ariza (Zaragoza), y había ingresado en la Policía en abril de 1973. Era monitor de gimnasia y pertenecía a la Compañía de la Reserva General con sede en Zaragoza, trasladada apenas siete días antes a Vizcaya para reforzar los dispositivos policiales de la provincia.
La mañana del 20 de noviembre de 1980, el agente de la Guardia Civil Ricardo López Castiñeira salió de su casa, en el barrio de Agra del Orzán de La Coruña, para coger el coche e ir a trabajar. Sobre las 8.20 horas, cuando había recorrido cerca de 50 metros desde su domicilio, dos jóvenes terroristas de los GRAPO le interceptaron. Uno de ellos sacó una pistola y le disparó en la sien izquierda, y luego ambos emprendieron la huida. El agente falleció dos horas más tarde como consecuencia de las heridas. Un hombre fue condenado como colaborador necesario para el asesinato.
Ricardo López Castiñeira era natural de Gaibor, una parroquia del municipio lucense de Begonte, aunque llevaba trece años destinado en la ciudad de La Coruña. Tenía una hija y un nieto. En el momento en que lo mataron, formaba parte del servicio de vigilancia y protección de la administración central de Correos.





